El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, salió a responder las críticas de su padre, el dueño de la concesionaria y vicepresidente de la Cámara Argentina de Comercio, que había cuestionado que en vez de inversores, el Gobierno trajo "inspectores".

  "Para ser competitivos, como quiere el Gobierno, no tenemos que tener impuestos distorsivos había dicho Guillermo Dietrich padre durante la apertura de la jornada "El comercio y el contexto político-económico 2019", que se realizó en Córdoba organizada por la CAC.

"No coincido con mi padre con alguna de las cosas que dijo pero entiendo en él y en mucha gente la ansiedad y la frustración de que esto no fuera más rápido", respondió el ministro.

"Todos queremos impuestos más bajos, el problema es cómo hacemos eso", se preguntó el titular de la carteta de Transporte. "Los cambios profundos, por ejemplo, tener impuestos menores, requieren gastar menos en una Argentina que el kirchnerismo multiplicó por dos su gasto público y sus impuestos, estos cambios profundos no tienen resultados inmediatos", agregó. 

"Es mi viejo y lo quiero mucho profundamente; le debo mucho a él y a mi vieja. Me criaron, me dieron hermanos maravillosos, una educación con todas las oportunidades y mucho esfuerzo, porque mi viejo empezó desde muy abajo y yo soy el primer profesional de la familia", indicó el ministro en diálogo con CNN Radio.

El padre de Dietrich crítico: "Iba a ser el país de la inversión y hoy es de la inspección"

"Trabajé muchos años con él y hemos discutido mucho, hemos tenido miradas totalmente distintas", señaló Dietrich y aclaró que todavía no habló con su padre. "Mandó al chat familiar un audio donde le puso cierta perspectiva a lo que dijo, reconociendo que éste es el gobierno y que no hay que volver para atrás", señaló.

"Tanto él como mucha gente tiene críticas y está bien. Mi viejo tiene una responsabilidad. Es como todo, es como pasa dentro del partido nuestro. A veces hay cosas que se expresan de una forma y yo las expresaría de otra forma, en otro lugar. Como habló mi viejo el otro día, en el kirchnerismo no se podía hablar. Coto una vez dijo algo y lo destruyeron. Si un periodista decía algo que no le gustaba al gobierno, venía una sarta de gente y te destruía", concluyó.